09/08/2019 · EL CAMINO DE LAS ARDILLASDe acuerdo con una cita apócrifa –atribuida indistintamente a los clásicos Estrabón y Plinio el Viejo-, se cree que antiguamente la PenÃnsula Ibérica estaba tan densamente poblada de árboles que una ardilla podÃa atravesarla de un extremo a otro sin necesidad de bajar al suelo.
Evidentemente, esta idea constituye una exageración,bell & ross replica watches
la idealización de un pasado mucho más rico en patrimonio forestal que la actualidad, pero en el que también existÃan grandes extensiones de matorral, prados y páramos áridos.
Sin embargo, sà que es cierto que los grandes sistemas montañosos de la PenÃnsula estaban mayoritariamente forestados, y que por lo tanto era factible que dicha ardilla pudiera migrar desde los Pirineos hasta Tarifa.
En este año 2011, con motivo de la celebración del Año Internacional de los Bosques, la Fundación + árboles presenta al conjunto de la sociedad europea un proyecto inspirado en esta cita apócrifa: “El Camino de las Ardillasâ€.
Los territorios son un libro más en tanto te esfuerzas un poco en aprender ese lenguaje infinito. Un cante por soleá de nuestro amigo “El Cabrero†clama y reclama una máxima de la cultura popular: …porque lo que el campo enseña nadie lo puede enseñar.
Sin duda, esta afirmación es un poco exagerada a la luz de este siglo y en este paÃs, porque, desde que inventamos la palabra, la escritura y el dibujo, podemos comunicar en buena medida lo que es la naturaleza. Pero esta cultura ha estado vetada a la mayorÃa hasta hace escasos decenios.
SerÃa como la cartografÃa. Contándolo, leyendo, resulta un mapa de escala uno a cien mil, o uno a veinticinco mil… Y cuando se observa la brizna y el detalle en la piedra o la tierra, “la cartografÃa†pasa a la escala uno a uno.
BIOCONSTRUCCION CENTENARIA CON ARBOLES,PIEDRA Y TIERRA
En ello pienso mientras veo el corte transversal de una paridera, en medio de un páramo yermo y frÃo. Se ha derrumbado un lateral y se puede ver el corte con precisión: los pilares de piedra y barro, las vigas de sabina, el techo de tierra. Una bÃo-construcción inteligente y sabia de hace decenas de años. Seguramente, fruto del acervo de estas tierras, que recrea las mejores condiciones posibles para la vida, en este caso de los animales al abrigo de las inclemencias y lejos de los predadores.
Tal vez por ello, junto a las ruinas, un zorro ha defecado semillas de algún espino para que de sus excrementos crezcan arbustos que rompan la paridera y tener acceso a las crÃas indefensas. Cada cual hace su función y el equilibrio resultante es la vida.
¿Qué dios detrás de dios la trama empieza de polvo y tiempo, y sueños y agonÃas?
