30/03/2020 · Edificación SostenibleEdificación Sostenible
Estamos en un momento decisivo para apostar por una nueva forma de construcción que apueste por la sostenibilidad urbana que no se base en el consumo especulativo del territorio, sino en la minimización del consumo de suelo, apostando por la ciudad compacta, diversa y compleja, y en la optimización del metabolismo urbano.
Y para ello, hay que poner el énfasis en la revalorización del parque edificatorio existente mediante una edificación sostenible (re-construir sin destruir), a través de la rehabilitación con criterios ecológicos y de eficiencia energética, mejorando las condiciones de habitabilidad de viviendas. La prevista Ley de EconomÃa Sostenible, conjuntamente con la Estrategia para una EconomÃa Sostenible, y las propuestas de rehabilitación en el pacto contra la crisis van en la buena dirección (prevén 350.000 empleos en dos años a través de incentivos fiscales) para plantear un nuevo modelo del sector que absorba parte del desempleo producido, que otros sectores no pueden absorber a corto plazo.
Pero esta apuesta de rehabilitación urbana es también una opción estratégica prioritaria para luchar contra el cambio climático y favorecer la energÃa limpia (reducción de emisiones de GEI y otros contaminantes atmosféricos, autosuficiencia renovable, disminución de la factura energética y de la dependencia exterior de combustibles fósiles, que ronda el 80%), ya que, a nivel europeo, la edificación consume el 40% de la energÃa primaria y de los materiales, a la vez que genera un porcentaje similar de los residuos. España es aún uno de los paÃses europeos que menos energÃa eléctrica consume en el sector residencial, pero con una fuerte tendencia al alza, que contradice la ralentización observada en los paÃses de la UE y hace prever su convergencia.
Las soluciones a la crisis pasan necesariamente por una reestructuración del sector de la construcción, potenciando sus capacidades de generación de empleo más sostenible y cualificado, incidiendo en la rehabilitación eco-energética de las ciudades compactas como fundamento de la sostenibilidad urbana y territorial. Algo esencial para “hacer ciudad†donde simplemente se habÃa urbanizado, y también resulta imprescindible para afianzar una economÃa sostenible capaz de afrontar con eficiencia y racionalidad el cambio ambiental global.
Partiendo de que gran parte del parque edificatorio cumple las funciones de albergar correctamente personas y actividades (a excepción de infravivienda, vivienda en mal estado, o sin accesibilidad a equipamientos, o edificios obsoletos), nos centrarÃamos en otros aspectos, como son la necesidad de esa edificación y los impactos que genera.
Tampoco se podrÃa tratar como edificación sostenible a aquella que no se produce para albergar necesidades sino que su único objetivo sea la especulación, porque en este caso no es funcional, sino que se trata de un valor de cambio, y no de uso, y serÃa una desviación del objetivo de un bien de primera necesidad como es la vivienda o la edificación, y no de un mero producto de consumo.
Respecto a los impactos que suele generar la edificación y que ésta debe evitar para considerarse sostenible o estar integrada en un sistema con objetivos de sostenibilidad, pueden ser de dos tipos: consumo de bienes fondo (principalmente suelo, en este caso) e impacto (por la emisión de GEI).
En el caso de consumo de bienes fondo, el mayor grado de edificación sostenible serÃa aquella que no incremente ese consumo, esto es, que ya esté construida, y se pueda intervenir en ella para rehabilitar; o aquella que esté incluida en suelo clasificado urbano, y sobre la que no exista necesidad de extender la urbanización.
Respecto al impacto, existe una lÃnea de intervención que está teniendo buena acogida, que serÃa la limitación de los impactos, principalmente la emisión de GEI, asà como la reducción de la dependencia energética a través de la eficiencia energética.
Existen diferentes grados en los cuales se pueden reducir las emisiones aunque uno de los principales casos es evitar la obra nueva, máxime si existen viviendas vacÃas, lo que supone un esfuerzo en ajustar ese desfase.
Los grados a considerar como edificación sostenible serÃan, a grandes rasgos:
â– Eficiente, aquella que a través de su diseño bioclimático de partida o introducido, a través de la reforma de algunos elementos constructivos, como las fachadas, y a través de la introducción de energÃas renovables, ha reducido el consumo energético previo o previsto (para ello, hay que destacar el valor de la certificación energética para cuantificar y cualificar esta eficiencia).
â– Autosuficiente, aquella que por sus caracterÃsticas e incorporación de energÃas renovables, llega a consumir sólo lo que gasta, por lo que es neutral en ese aspecto. Algunos expertos los denominan edificios de “emisión ceroâ€.
â– Generadora, el grado máximo de eficiencia serÃa el caso de que la edificación a través de sistemas integrados entre energÃas renovables y redes de transporte, genere más energÃa de la que consume, y que por tanto evite todas las pérdidas de distribución de la energÃa, ya que en el sistema actual, los centros de producción están alejados de los centros de consumo. Este tipo de edificación entra en relación directa con el modelo energético, en concreto con la generación distribuida.
Tras estas ideas generales, cabe destacar que actualmente estamos ante el fin de un modelo basado en la construcción.
Hemos pasado diferentes periodos históricos en referencia a nuestro parque edificatorio y nuestras ciudades modernas. Ha habido un periodo de reconstrucción de la ciudad existente tras algunos conflictos vividos en el siglo pasado. Tras ese periodo, hemos vivido un periodo de desarrollismo con un gran volumen de construcción que en el caso español, ha durado un largo periodo, con altibajos, pero con la filosofÃa del constante crecimiento (de hecho el parque edificatorio es uno de los más renovados de Europa; cuestión distinta serÃa saber la eficiencia energética del mismo, cuestión harto complicada debido a la inexistencia de estadÃsticas comparativas al respecto).
Tras esos periodos, y en el momento en que nos encontramos, es necesario pasar a una nueva etapa de carácter estacionario, basada en la rehabilitación y/o modernización del parque edificatorio existente, que recualifique la ciudad existente, y que no sea una apuesta exclusivamente para periodos de crisis, sino que sea un nuevo paradigma para paÃses desarrollados, en los que el modelo de crecimiento fÃsico debe sustituirse por otro modelo de calidad y no más de cantidad.
La actual situación de “eco-crisisâ€, económica y ecológica, nos sitúa ante una nueva etapa que puede introducir nuevos ingredientes de sostenibilidad, aunque sea, de momento, “forzadaâ€, propiciando un cambio del “metabolismo†de la economÃa real acorde con la capacidad de carga de los ecosistemas y nuevos valores éticos.
La gran oportunidad de aprovechar el cambio de ciclo va más allá de transformar o “refundar el capitalismoâ€, sistema económico imperante, para abordar con valentÃa los cimientos para la “refundación ecológica†de la economÃa en clave de sostenibilidad integral. En definitiva, el reto es transformar el “metabolismo†de la sociedad industrial mediante un proceso de cambio y transición hacia nuevas formas de hacer, de ser y de estar que sean eficientes, equitativas y sostenibles en el tiempo y en el espacio.
Dentro de todas las transformaciones necesarias para el cambio de modelo productivo que tenemos que construir entre todos, la rehabilitación energética de viviendas ocupa, como antes indicábamos, un lugar preferente, y en el caso español, tiene especial relevancia debido a la insostenibilidad y preponderancia que ha tenido el sector de la construcción, que se ha basado en los últimos años casi en exclusiva en la obra nueva, y, por tanto, muy dependiente del “ladrilloâ€.
El modelo del sector de la construcción y el modelo territorial y urbano que ha llevado aparejado en los últimos años, han incidido en el Cambio Global, y han fomentado un modelo de desarrollo basado en un tipo de economÃa insostenible e insolidaria que ahora ha entrado en crisis. Es necesario cambiar el modelo de producción y consumo y en especial en sectores con tanto peso en el modelo de desarrollo como el sector de la construcción. También el modelo territorial y urbano que debe fomentar ciudades más habitables.
Fuente: Jiménez Herrero, Luis M. y Delgado Jiménez, Alexandra (2010). "La rehabilitación eco-energética: clave de sostenibilidad urbana para una economÃa sostenible". Congreso SB10mad.
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